Cuidado reflexivo para quienes escuchan su cuerpo y quieren comprenderlo mejor
Hola, soy Saga
Soy originaria de Finlandia y ahora vivo en Palma, donde llevo una vida tranquila y conectada con lo que me hace feliz. Paso mi tiempo moviéndome, cocinando, cuidando del jardín y acompañando a otros a través de la quiropráctica. Todas estas cosas forman parte de mi bienestar diario.
Me gradué en el Barcelona College of Chiropractic y he trabajado en Finlandia, en Barcelona y ahora aquí en Mallorca. Pero en realidad, la quiropráctica ha sido parte de mi vida desde que era muy pequeña. Crecí en una familia quiropráctica, lo que moldeó profundamente mi manera de entender la salud. Aprendí que los síntomas son señales y que el verdadero bienestar surge de un cuerpo que puede adaptarse y comunicarse con claridad. Esta visión me guía todavía hoy, tanto en mi vida como con mis pacientes.
El movimiento siempre ha sido una parte fundamental de mi vida. Me formé en gimnasia durante la infancia, una disciplina exigente que me dio una gran conexión cuerpo-mente. Gracias a esa base, se me hizo más fácil explorar otros deportes, pero sobre todo desarrollé una comprensión intuitiva de cómo funciona el cuerpo y lo que necesita. Con el tiempo, esta relación con el movimiento se convirtió en una curiosidad más profunda: por qué el cuerpo acumula tensión, por qué el dolor aparece en ciertas zonas, y cómo podemos liberar esos bloqueos de forma duradera.
Al igual que muchas de las personas que acompaño, he tenido que atravesar lesiones y desequilibrios persistentes. Pasar por esos desafíos me enseñó empatía y paciencia, y al mismo tiempo fortaleció mi capacidad de análisis. Junto con mi formación académica, los años de experiencia, el acompañamiento de mentores y el estudio continuo me han ayudado a desarrollar un enfoque claro para resolver tanto problemas recientes como patrones antiguos. Observo con atención cómo se adapta el cuerpo y busco la mejor forma de apoyar su capacidad natural de volver al equilibrio.
No solo acompaño a deportistas o personas muy activas. Muchas veces veo a personas cuyo cuerpo se ha adaptado al estrés, al sedentarismo o a hábitos repetitivos que con el tiempo generan disfunciones. En estos casos, mi trabajo se centra en restaurar el movimiento, mejorar la circulación, calmar el sistema nervioso y permitir que el cuerpo se reinicie. No se trata solo de aliviar el dolor, sino de crear las condiciones necesarias para una recuperación real y duradera.
Lo que más me apasiona de esta profesión es ver cómo las personas se reconectan con su cuerpo. Juntos tomamos conciencia del movimiento, la postura, pero también del estrés emocional o de los desequilibrios químicos que a menudo pasan desapercibidos. Los ajustes quiroprácticos ayudan a restaurar la comunicación interna del cuerpo para que pueda funcionar y sanar de forma más eficaz.
Es muy gratificante ver a alguien moverse con más fluidez, seguridad y presencia. Creo firmemente que la sanación ocurre cuando apoyamos a la persona de forma integral — física, emocional y químicamente — y cuando confiamos en la sabiduría del cuerpo.
Si sientes que algo en tu cuerpo no está funcionando como antes o como sabes que podría, me encantaría ayudarte a descubrir el porqué.
Gracias por leerme. Espero conocerte pronto.